Por Moris
Beracha
Somos
seres que nos adaptamos a las situaciones con facilidad y el cerebro se coloca
en marcha para tener mecanismos de adaptación en la situación presentada, se
aprovecha de las sensaciones y emociones que van surgiendo en el camino para
modelarlo y así alcanzar el bienestar.
La
práctica del mindfulness y la auto
amabilidad requiere del entrenamiento de nuestro cerebro. La mente es posible
entrenarla a una atención consiente y apreciar la experiencia de desactivar el “piloto
automático” de nuestra vida y estar bajo el presente donde se encuentra nuestro
cuerpo.
Las
sensaciones están conectadas en momentos reales a nuestro cuerpo y es ahí donde
debería estar sincronizada nuestra mente, como un triángulo que en cada punta
este; cuerpo, mente y sensaciones, enviando señales recíprocas para mantenernos
en el momento presente y no crear escenarios a los hechos por experiencias
negativas o tener la mente en otro lugar para luego reaccionar con impulsividad
y así transitar en el contexto que se vive de la mejor manera.
La mente
agrega situaciones para sobrevivir, es decir, nos coloca un escenario
contraproducente hacia la negatividad, desde los comienzos de la humanidad
estamos preparados a cualquier amenaza que pueda atentar nuestra vida y es por
ello lo habitual que se hace experimentar sensaciones y pensamientos negativos
a lo que realmente sucede, nos colocamos un sinfín de “escenarios posibles” y
no nos detenemos a observar lo que realmente está sucediendo.
Más que
una sensación de control absoluto el mindfulness busca de generar seguridad,
optimismo y emociones positivas para poder vivir sin juzgarnos, aceptando los cambios,
viendo lo positivo y creando una estabilidad con nuestra mente y el presente,
junto con la auto amabilidad nos ayudará a transitar en lo que estamos
enfrentando con la pandemia del covid-19 para así incrementar los valores como
el auto cuidado, paciencia, coraje, amor, bienestar y empatía, obtendrás un
gran resultado y una maravillosa oportunidad de empezar a reconstruir el amor
propio.
Cuando se
inició la cuarentena no sabíamos cómo afrontar por tantos días un aislamiento a
la sociedad tan abrupta, cuánto iba a durar o qué sucedería en el futuro, pero
hoy ya luego de varios meses de confinamiento, nos hemos descubierto más a sí
mismos, inconscientemente hemos practicado esta técnica que se puede convertir
en un estilo de vida si así lo decides, los hábitos que ahora tenías se
asociaran con el mindfulness y nuestros pensamientos ya están más conectados
con el “aquí y ahora”, esta gran pausa mundial fue una catapulta para
regenerarnos y darle el merecido descanso a nuestra mente por vivir de forma acelerada,
ahora solo nos toca convertirlo en nuestro estilo de vida.
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