El yoga es una actividad para todos los gustos cuya práctica podemos
adaptar a nuestras capacidades y edad para obtener todos sus beneficios
Seguramente, cuando escuchamos sobre el yoga, nos imaginamos a
una mujer en su adultez temprana, delgada y con una cola de caballo. Sin
embargo, esto es solo un estereotipo, ya que se puede empezar a
practicar yoga a cualquier edad: desde bebé o a partir de la edad
dorada.
El yoga es una actividad que conecta cuerpo, mente y alma. Es una
actividad que brinda beneficios como la buena circulación de la sangre,
la tranquilidad mental, la tonificación de los músculos y el combate
contra el estrés.
Así que claro que se puede practicar yoga a cualquier edad y
dependiendo de en qué etapa de la vida empiece a practicarse, cambiarán
las posturas, la intensidad y la duración de las sesiones.
El yoga para bebés
Sí, cuando decimos que se puede practicar yoga a cualquier edad ¡nos referimos incluso a los recién nacidos! Ciertamente, un bebé necesita hacer posiciones inducidas con mucha suavidad y siempre bajo la supervisión de una persona capacitada. Esto se debe a que los cuerpos son más delicados a tan temprana edad.
Sí, cuando decimos que se puede practicar yoga a cualquier edad ¡nos referimos incluso a los recién nacidos! Ciertamente, un bebé necesita hacer posiciones inducidas con mucha suavidad y siempre bajo la supervisión de una persona capacitada. Esto se debe a que los cuerpos son más delicados a tan temprana edad.
Entre los beneficios que se destacan al practicar yoga desde bebés
están el aumento de la flexibilidad de la columna, el fortalecimiento de
brazos y piernas y el aporte positivo al equilibrio emocional. La
aplicación de la respiración y relajación para combatir la ansiedad y
ayudar a la concentración son otros de los beneficios.
Además, esta práctica fortalece el vínculo entre los padres y el hijo
ya que, durante las sesiones, es importante hablar con el bebé y
sonreírle. Las sesiones inician con masajes en los pies, luego en las
piernas y brazos hasta llegar a la cabeza.
Una práctica de yoga para bebés puede empezar con una duración de 20
minutos. Puede ir extendiéndose a 45 o 60 minutos, a medida de que vamos
creando el hábito con el bebé.
Yoga para niños
La edad ideal para que los niños empiecen a hacer yoga por sí mismos, aunque bajo la supervisión de un adulto, es a los 4 años. A esa edad ya son capaces de entender cada ejercicio, mantener un buen nivel de concentración y realizar las posturas adecuadamente sin riesgo de lesionarse.
La edad ideal para que los niños empiecen a hacer yoga por sí mismos, aunque bajo la supervisión de un adulto, es a los 4 años. A esa edad ya son capaces de entender cada ejercicio, mantener un buen nivel de concentración y realizar las posturas adecuadamente sin riesgo de lesionarse.
Esta es una edad en la que los niños tienen mucha energía y quieren
saber sobre todo lo que les rodea. El yoga les ayudará a tranquilizarse y
relajarse gracias a los ejercicios de respiración.
Por otra parte, la infancia es el período en el cual más crecemos,
nos desarrollamos y creamos nuestros propios hábitos. El yoga ayudará al
fortalecimiento de los músculos y a mantener la elasticidad.
Comenzar la práctica del yoga desde temprana edad podría significar
la costumbre de mantenerla durante el resto de la vida y disfrutar de
sus beneficios en cada etapa de ella. Es importante que hagamos sesiones
cortas con los niños para que no se aburran y siempre enfocarlo como un
juego.
Yoga para adolescentes
La adolescencia es, sin duda alguna, una etapa de complejidad. Muchas cosas cambian, desde nuestro cuerpo hasta la percepción del mundo y practicar yoga ayuda a sobrellevar estos cambios.
La adolescencia es, sin duda alguna, una etapa de complejidad. Muchas cosas cambian, desde nuestro cuerpo hasta la percepción del mundo y practicar yoga ayuda a sobrellevar estos cambios.
Nuevamente, los ejercicios de respiración son muy útiles al momento
previo de un examen importante, por ejemplo. La angustia generada por
evaluaciones académicas que llegan con más estrés que durante la
infancia puede reducirse considerablemente con una buena respiración.
Por otro lado, existen posturas especialmente diseñadas para combatir
la inseguridad sobre su cuerpo que está cambiando, la incertidumbre de
no saber bien a dónde pertenecen y las vacilaciones acerca de sus
creencias y su futuro. Se consideran necesarios de 5 a 10 minutos en
cada posición para lograr buenos resultados.
Yoga en la adultez
Con el estrés de la vida diaria: universidad, trabajo, relaciones interpersonales, responsabilidades domésticas o imprevistos de salud, entre muchas otra situaciones, muchas veces no reservamos un tiempo para nosotros mismos. Y es justo este momento en el cual más lo necesitamos.
Con el estrés de la vida diaria: universidad, trabajo, relaciones interpersonales, responsabilidades domésticas o imprevistos de salud, entre muchas otra situaciones, muchas veces no reservamos un tiempo para nosotros mismos. Y es justo este momento en el cual más lo necesitamos.
El yoga alivia el estrés y nos convierte en personas más saludables.
Es verdad que de adultos es más difícil lograr la flexibilidad y
generalmente somos más renuentes a los cambios. Sin embargo, todo es
posible con perseverancia. Además, el yoga está especialmente diseñado
para hacer frente a situaciones caóticas de la adultez.
Una hora de sesión bastará para conectarnos con nosotros mismos y, al
mismo tiempo, nos ayudará a tonificar nuestro cuerpo. Aprenderemos a
tomar más control de nuestra mente y cuerpo.
Es importante notificar a nuestro instructor si tenemos alguna
condición especial. De esta manera, evitaremos posturas
contraproducentes y las sustituiremos por aquellas ideales para
nosotros.
Es importante exigirle a nuestro cuerpo cada vez más para
perfeccionar la técnica y mejorar nuestra condición físca. Sin embargo,
debemos estar conscientes de nuestras limitaciones para no lesionarnos.
Publicado originalmente en: https://elmercurio.com.mx/stilo/se-puede-practicar-yoga-desde-cualquier-edad
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