En la India ponen en marcha clases de bienestar en los colegios para reducir el estrés y la depresión
Por:
Cristina Galindo / El País
¿Qué nos hace ser felices? Muchos responderán que ganar
millones en la lotería. Otros, encontrar el trabajo soñado, enamorarse,
escalar el monte Hunter en Alaska o pasar la tarde en la playa sin hacer
nada. La felicidad es algo subjetivo: lo que para unos es motivo de
alegría, para otros puede ser insignificante.
Entonces, ¿se puede enseñar este sentimiento? En India están convencidos de que sí.
El Gobierno de Nueva Delhi acaba de poner en
marcha en los colegios públicos de la ciudad una clase diaria para que
los alumnos descubran cómo pueden ser felices. Cuidar el bienestar
emocional se ha convertido en parte del programa educativo, junto a
asignaturas tradicionales como las ciencias, la lengua y los idiomas.
Los responsables políticos intentan con esta
iniciativa revertir una tendencia muy preocupante. Uno de cada cuatro
niños entre 13 y 15 años sufre depresión en India, según datos de la
Organización Mundial de la Salud, y los expertos aseguran que se debe,
en parte, a las presiones que sufren en el colegio y las altas
expectativas que recaen sobre los estudiantes para conseguir plaza en
las universidades más prestigiosas.
En las nuevas clases de felicidad, de 35 minutos
diarios, no se usan libros de texto ni hay exámenes. Se enseñan técnicas
de meditación, inteligencia emocional y actividades que tratan de
resolver las necesidades mentales de los alumnos. “El profesor tiene que
entrar en clase con una sonrisa”, según comentó a la CNN Rajesh Jumar,
uno de los responsables del programa, para explicar cómo se puede
contagiar la alegría. Pero ¿eso hace, de verdad, más felices a los
alumnos, o es solo fachada?
Este tipo de programas, advierten los expertos,
no garantizan la felicidad, sino que dan herramientas para afrontar los
reveses de la vida. Es por eso que estas actividades son cada vez una
práctica más extendida en los colegios de todo el mundo.
El mindfulness
se ha colado en las aulas como una práctica para afrontar el estrés, la
ansiedad y la depresión, enfermedades en alza entre los jóvenes, y no
solo de India, sino en todo el mundo. Investigadores de la Universidad
de Stanford (En Estados Unidos) pusieron en marcha hace cuatro años en
las escuelas públicas de San Francisco un programa para enseñar
mindfulness (básicamente, relajación combinada con yoga) a tres mil 500
alumnos, residentes en barrios conflictivos. Están comparando estos
colegios con otros que no tienen estas actividades. Los primeros
resultados apuntan a una reducción del absentismo. Además, los niños
duermen mejor. Todavía es pronto para ver si influye en el rendimiento
académico.
Los más escépticos advierten que, aunque estos
programas para ayudar a las personas a gestionar sus emociones pueden
ser sumamente positivos, hay que tener en cuenta que a veces se
confunden sus propósitos con una creciente obsesión: imponer la
felicidad.
Publicado en: https://www.informador.mx/suplementos/Se-puede-ensenar-la-felicidad-20180811-0107.html
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