Cuando hablamos de ‘mindfulness’ nos referimos a la técnica de meditación que nos permite tener consciencia plena de nuestras emociones y acciones mediante la observación de la realidad en el momento presente. Pero también nos permite cultivar actitudes hacia los procesos internos con los que batallamos a diario como juzgar, dejar ir, aceptación, curiosidad, soltar las batallas internas, paciencia y amabilidad.
El objetivo del ‘mindfulness’ es prestar atención a todos los detalles que experimentamos en nuestro interior con el propósito de alcanzar un estado profundo de conciencia, libre de juicios sobre nuestras sentimientos, pensamientos y sensaciones. Estas actitudes se van desarrollando con la práctica, y los beneficios que ofrecen a nuestra salud física y mental son múltiples. De hecho, se ha podido identificar científicamente que la práctica y aplicación del ‘mindfulness’ reduce la depresión, ansiedad y los ataques de pánico, así como evita el insomnio, realidad que permite el proceso de sanación del cuerpo.
El ‘mindfulness’ también fortalece el cerebro porque activa las zonas relacionadas con el enfoque, balance emocional y la sensación de bienestar.
“Debemos valorar el conectar con nuestra sabiduría interna y con nuestra vulnerabilidad humana. Al hacer prácticas de ‘mindfulness’ la mente se va aclarando y nos hacemos más conscientes de nuestros procesos internos con respecto a las actitudes antes mencionadas”, explicó a EL VOCERO, Verónica Fernández Díaz, fundadora del Instituto de Mindfulness, en San Juan.
Fuente: https://www.elvocero.com/actualidad/baby-boomers/consejos-para-encontrar-un-balance-mindfulness/article_042ae3ea-3d14-11ec-8fe4-979fb6eb47a3.html
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