La crisis sanitaria por el Covid- 19 generó
un impacto en la salud mental de la población que puede manifestarse de
diferentes maneras: incertidumbre, ansiedad, tristeza o miedo son reacciones
normales frente a situaciones inusuales que suponen niveles elevados de estrés.
En medio de este contexto, las personas han buscado métodos o prácticas para
conservar la calma, una de las que ha destacado es el mindfulness.
El mindfulness o conciencia plena se ha
convertido en una herramienta para combatir y regular las emociones causadas
por el Covid- 19, permitiendo prestarle mayor atención a las personas que nos
rodean y actuar de mejor manera frente a situaciones complicadas, reconociendo
lo que está sucediendo en el presente y aceptarlo.
La conciencia plena es una técnica basada
en la meditación vipassana, que consiste en ser completamente consciente de los
estímulos internos y externos que surgen en el momento, centrarse en las
experiencias presentes, para aceptarlas, sin juzgarlas, rechazarlas, ni crear
expectativas. Asimismo, hace referencia a diversas formas de practicar la
meditación con el objetivo de concienciarnos frente al mundo que nos rodea y
nuestros hábitos de comportamiento.
“Normalmente, la manera como actuamos
frente a diferentes situaciones de la vida es queriendo controlar que algo no
pase, mientras que lo que nos enseña el mindfulness es que podamos estar
presentes en situaciones que muchas veces nos generan dolor, o una emoción
difícil, sin juzgarlas sino por el contrario aceptarlas”, explica Gabriela
Macías, especialista en psicología clínica.
Las prácticas de mindfulness comenzaron a
utilizarse en el contexto médico y en el de la psicoterapia a nivel de
psicología clínica, pues ayudan a generar consciencia sobre sensaciones del
cuerpo que normalmente pasan desapercibidas, a mejorar la inteligencia
emocional, potenciar la creatividad, combatir el insomnio, mejorar la capacidad
de concentración y controlar el estrés y la ansiedad.
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