Ante esta situación, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ofrece una serie de recomendaciones para las diferentes situaciones:
Si no está afectado por esta enfermedad
Pero está sintiendo una serie de emociones con alta intensidad y/o persistentes como:
Nerviosismo, agitación o tensión, con sensación de peligro inminente, y/o pánico.
No puede dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad, o la preocupación por enfermar.
Necesita estar permanentemente viendo y oyendo informaciones sobre este tema.
Tiene dificultad para concentrarse o interesarse por otros asuntos.
Le cuesta desarrollar sus labores cotidianas o realizar su trabajo adecuadamente y el miedo le paraliza.
Está en estado de alerta, analizando sus sensaciones corporales e interpretándolas como síntomas de enfermedad, siendo los signos habituales.
Le cuesta controlar su preocupación y pregunta persistentemente a sus familiares por su estado de salud.
Percibe un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración o temblores sin causa justificada.
Presenta problemas para tener un sueño reparador.
Le recomendamos que:
Identifique pensamientos que puedan generarle malestar. Pensar constantemente en la enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen su malestar emocional.
Reconozca sus emociones y acéptelas. Si es necesario, comparta su situación con las personas más cercanas para encontrar la ayuda y el apoyo que necesita.
Cuestiónese: busque pruebas de realidad y datos fiables. Conozca los hechos y los datos fiables que ofrecen los medios oficiales y científicos y evite información que no provenga de estas fuentes, descartando información e imágenes alarmistas.
Informe a sus seres queridos de manera realista. En el caso de menores o personas especialmente vulnerables como ancianos, no les mienta y proporcióneles explicaciones veraces y adaptadas a su nivel de comprensión.
Evite la sobreinformación, ya que estar permanentemente conectado no le hará estar mejor informado y podría aumentar su sensación de riesgo y nerviosismo innecesariamente.
Contraste la información que comparta. Si usa redes sociales para informarse, procure hacerlo con fuentes oficiales.
Pautas emocionales de autocuidado:
Mantenga una actitud optimista y objetiva. Es fuerte y capaz.
Lleve a cabo los hábitos adecuados y de higiene y prevención que recomienden las autoridades sanitarias.
Evite hablar permanentemente del coronavirus.
Apóyese en su familia y amigos.
Ayude a su familia y amigos a mantener la calma y a tener un pensamiento adaptativo a cada situación.
Acuda a fuentes oficiales y busque información contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, colegios profesionales sanitarios -el de médicos, el de enfermería y el de farmacéuticos- y organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No contribuya a dar difusión a bulos y noticias falsas. No alimente su miedo ni el de los demás.
Tenga cuidado con las conductas de rechazo, estigma y/o discriminación. El miedo puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2020/03/13/claves-manejo-emocional-miedo-coronavirus-172371.html
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