Moris Beracha.- Al presentarse las dolencias en nuestro organismo, empezamos a centralizar nuestra atención en ellas, llenándonos de pensamientos negativos. Nos frustra tanto que queremos que desaparezca inmediatamente para así seguir con nuestros quehaceres y obligaciones, sin detenernos a pensar que sea una señal de nuestro cuerpo, que nos indica la necesidad de una pausa, que nos dediquemos a él en alma y conciencia.
Muchas de las enfermedades como la psoriasis, ansiedad, asma, dolor de espalda, cabeza o cervical y hasta parálisis de alguna parte del cuerpo, suelen producirse bajo momentos de extremo estrés. Otras dolencias suelen aparecer por pensamientos que nuestra mente empieza a crear bajo un trastorno ficticio, o por medio de alguna situación o sensación de creer que se padezca de algo, cuando ha sido solo nuestra mente la que ha depositado pensamientos negativos.
Una solución para ello es la meditación, la práctica del mindfulness hace que todos esos pensamientos se canalicen en que tengan sanación, con una mentalidad orientada a la concientización y logro, partiendo de la interrogante ¿qué puedo aprender de esta sensación? y observar los altos y bajos que tiene la dolencia para ir disminuyendo la ansiedad, ya con eso es un paso muy grande para que la negatividad sea libre de irse de tu mente.
Al modificar la percepción del dolor permitirá que la adicción de medicamentos se vea reducida, además se creará una tolerancia al dolor, con una atención plena, respiración profunda, meditación y visualización de un lugar que nos de paz y nos lleve a la concentración y positivismo para generar bienestar mental.
Para lograr un bloqueo de dolor en nuestro organismo, podemos emplear unos sencillos mantras y así lograr una conexión espiritual, llegar a cada célula y agradecerle por su labor, por soportar cada nivel de dolor, llevarlo hasta la aceptación: lo primero será, reconocer el arduo trabajo que enfrenta el organismo para sobrellevar el dolor, la respiración siempre será clave fundamental en cualquier ejercicio para mejorar los pensamientos; espalda recta, respiración honda y de manera natural por la nariz, por ultimo será conectar contigo, ubicar el epicentro del dolor e ir visualizando como agradecer por todo el esfuerzo logrado y soltar el enfado de no sanar al ritmo deseado, es respetable sentir odio mas no quedarse aferrado en él, respetar los tiempos de sanación y decirle de una manera consentidora a nuestro cuerpo ¡Estoy contigo!
Básicamente el enfoque que se le da a esta meditación es, prestar atención con nuestra visión, percepción, sin juicios ni pensamientos negativos, darle más valor y prioridad al único recurso que tenemos para nuestra existencia como lo es nuestro cuerpo, cambiar nuestra mentalidad a logro y positivismo para así fluir y sobrellevar los desánimos, la sonrisa y buena actitud ayudará liberar endorfinas, serotonina que son analgésicos naturales para una agradable recuperación, así que ¡A sonreír!
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