En un mundo de interconectividad e inmediatez, la meditación recobra un sentido de 'herramienta poderosa' para entrenar la mente y evitar que caiga en esa 'vorágine en donde todo es como una ola que te arrastra'.
Te encuentras en el medio de un torbellino de vida con nada más que preguntas al despertar. La ansiedad te consume al caminar por avenidas abarrotadas, en medio del tráfico sofocante. Tus gadgets no dejan de sonar al lado de la pila de pendientes, mientras levantas la mirada a las pizarras con números que se mueven sin cesar.
Tu brújula solo confunde el norte con el sur.
Piensas en detenerte y darle una vuelta de tuerca a tus días. En este punto escuchas aquella idea tan mencionada que te dará una solución: la práctica ancestral conocida como meditación.
Pero, ¿cómo surge la meditación? ¿Qué es la meditación? ¿Acaso da resultados meditar en estos tiempos?
La práctica meditativa, nacida hace miles de años en la cultura oriental, aterrizó en Occidente en la década de los sesenta en medio de significativas transformaciones sociales, políticas y económicas ocurriendo en este hemisferio de la mano de diferentes guías y maestros visionarios llegados desde la India, tales como Srila Prabhupada, Yogui Bhajan y Osho. Años más tarde, se volvió parte del vocabulario colectivo cuando celebridades, como The Beatles, The Rolling Stone y David Lynch comenzaron a 'abrazarla' y difundirla.
Te sorprenderá que en minutos te lleguen muchos pensamientos desagradables. Si dejas pasarlos, esto es meditación. Nunca entrarán en tu subconsciente y no volverán a molestarte"
Yogui Bhajan
La práctica meditativa, de acuerdo con la tradición del Kundalini Yoga, transcurre cuando te conectas contigo mismo, observas tu interior y percibes que al instante llega un tornado de pensamientos inquietantes, pero dejas que se aleje y te mantienes en el momento sin divagar entre el pasado o el futuro. “Es un proceso (espiritual) en el que aclaras la mente, para escuchar tu consciencia”, refirió Nirbhao, fisicoterapeuta y especialista en Osteopatía. “Es conectar con todo tu cuerpo, sistema nervioso, neuronas y desde ahí generar una transformación de la forma en que has estado pensando y actuando. Es una manera de cambiar tus creencias y tu estructura mental”, agregó.
En términos globales meditar significa expandir la conciencia personal, es decir, pasar de una conciencia individual a una conciencia universal. El desafío mayor es lograr estar presente frente a lo que pasa dentro de ti y, al mismo tiempo, frente a lo que pasa afuera de ti. “Es mantener tu centro frente a cada situación, momento, pensamiento y respiración”, de acuerdo con el maestro Siri Om Singh, de Ganesha Espacio Yoga y Meditación.
“Meditar es separarte de tu mente, que en Kundalini yoga es tu computadora, entonces es sentarte frente a tu Mac y observar el proceso que realiza para poder llegar a dónde tiene que llegar.
Como la mente está dentro de nosotros parece imposible observarla, para eso se necesita un enfoque, una concentración y una respiración consciente. Si tú puedes observar todos los pensamiento que están dentro tuyo sin enrollarte, sin empezar a pensar más, y solo mirar un pensamiento que llega y se va, y luego otro, y así consecutivamente, entonces ya empezaste a meditar”, explicó Siri Om.
El doctor en Biología molecular e investigador del Mindfulness, Jon Kabat-Zinn, dijo a El Mundo en 2016 que se habla de meditación “como una forma de estar relacionándote con la experiencia según transcurre. Y eso significa que estás entrenando tus facultades de atención para estar menos distraído. Meditar es un acto de amor a la vida y a la mente".
La meditación, sin embargo, no se consigue al sentarse en postura de loto con el objetivo de llevar tu mente a un estado en blanco: esto es un mito, ya que nuestra mente está capacitada naturalmente para pensar y nunca detenerse. “Una persona que empieza a meditar y quiere poner su mente en blanco solo va a estresarse más y sentirse frustrado. Si se tratara de poner la mente en blanco, estaríamos evadiendo lo que está pasando. La vida nunca es en blanco”, afirma Siri.
De acuerdo con Rama Escuela Kundalini Yoga, actualmente meditar dejó de ser una “moda” para convertirse en una necesidad, describiéndose como la medicina para remediar los “achaques” de los tiempos modernos, lograr un balance y alejarse del estrés.
Esta guía del cuerpo que busca precisar la mente sin la obligación de vivir aislado o internado en el bosque como hace miles de años, adquiere un valor de control y entrenamiento para que la mente se aleje de la ansiedad, el estrés, la angustia, la depresión, el dolor y no pierda el rumbo ante diversas situaciones incomprensibles.
Al encontrarse inmerso en un mundo de interconectividad e inmediatez, que avanza al ritmo de las las tecnologías, las redes sociales, el mercado y la violencia; la meditación recobra un sentido de “herramienta poderosa” para entrenar la mente y “evitar que caiga en esa vorágine en donde todo es como una ola que te arrastra. La mente del ser humano que medita va a estar entrenada para recibir los jalones, oleadas e impactos de hoy en día”, explica Siri.
Meditar para estar fuertes, concentrados, con un propósito -profundiza el maestro- porque la gente a veces se siente perdida y cae fácilmente en una emoción, que se convierte en conmoción y a su vez en neurosis y luego en psicosis, "pero si controlas tu mente dejas de ser ‘ciego’ frente a lo que pasa, y comienzas a responsabilizarte de todo lo que haces, piensas y dices".
El tearapeuta coincidió en lo anterior al remarcar que la meditación contribuirá a “mantenerte en tu centro, claro, estable y firme con tus determinaciones sin ser arrastrado por el mundo. Con la práctica tendrás un campo de visión más amplio ante lo que sucede y podrás encontrar más posibilidades y respuestas”.
A nivel bioquímico, dijo Nirbhao, con la meditación se generan neurotransmisores que cambian las conexiones neuronales y los estados de ánimo. “Tu sistema nervioso da una orden diferente y se crea una cascada de reacciones en el cuerpo, que modifica la estructura y favorece el equilibrio entre el estrés y la relajación. Así -detalló- cambiará la frecuencia cardíaca, respiratoria, la digestión, y esto impactará en el sistema inmunológico y así las defensas irán en aumento.
De acuerdo con un estudio de Meditación con Atención Plena (2016), publicado en la revista Biological Psychiatry, la meditación consciente puede cambiar los patrones y reacciones en el cerebro de la gente, y posiblemente contribuir a la mejora de su salud.
Aunque el doctor J. David Creswell, director del estudio, señaló en su momento a The New York Times que desconocían cuál era la dosis ideal para contribuir a la salud humana, Siri Om y Nirbhao concuerdan en que lo ideal es meditar todos los días para convertirlo en un hábito y moldear el ser de manera consciente y serena.
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