Si te reconoces en esa persona que va con prisas a la compra y termina echando a la cesta aquello que no quería, o siempre comes mientras haces otra cosa (ya sea mirar el móvil, ver las noticias o repasar el disgusto del día mentalmente), ingieres cualquier tentempié mientras trabajas o sencillamente sientes que no comes de la manera que te gustaría, puede que lo que necesites sea aplicar el mindfulness a tu forma de comer, es decir, poner en práctica la alimentación consciente.
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Cristina Barrous, nutricionista y coach, explica en qué consiste este concepto: "La alimentación consciente es una práctica que aplica los conocimientos y las herramientas del mindfulness a la manera en qué comemos. El mindfulness promulga una conexión con nuestro yo y nuestro cuerpo desde el 'no juicio' y con el foco en el presente, el ahora. ¿Cómo se traslada a la alimentación? Es la forma de comer en la que estamos en el presente, disfrutando de lo que está llegando, nos está ayudando a conectar con nosotros sin juzgarnos, sin juzgar nuestro cuerpo y la comida y sin caer en los discursos de la culpa, cómo impactará esto en mi cuerpo… y desde la consciencia, soy consciente de lo que estoy haciendo pero sin juzgarlo".
Un tipo de alimentación beneficiosa para cuerpo y mente que puede ser la mejor aliada para todas aquellas personas cuya vida diaria está condicionada por el estrés, y también para aquellas que no tienen una buena relación con la comida, y que alternan dietas estrictas para bajar de peso con atracones puntuales y un sentimiento de culpa que no ayuda a disfrutar del acto de comer.
CÓMO AFECTA LO QUE COMEMOS A NUESTRO CUERPO
En primer lugar, es importante entender de qué manera lo que comemos y la forma en que lo hacemos nos afecta. Cristina Barrous diferencia cómo nos impacta a nivel cerebral y a nivel físico. "Cuando ingieres comida como un pavo sin ser consciente, la hormona que conecta el cerebro con el estómago no está funcionando, no está conectando. La grelina, la hormona de la saciedad, tarda 20 minutos en mandar la orden del estómago al cerebro. Si yo estoy a otra cosa como viendo la tele, con el móvil o regañando al niño, mi cerebro no se está enterando de cuándo estoy saciada", explica.
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Nuestro cuerpo también sufre esa manera de comer. "Comer sin consciencia impacta directamente en una mala digestión. Piensa por ejemplo en la típica situación en la que tienes una pelea mientras comes y cuando terminas dices 'me ha sentado mal la comida', pero lo que te ha sentado mal no es la comida sino la bronca que has tenido. Esto se aplica directamente a todo. Por ejemplo está instaurado cenar mientras veo las noticias, con imágenes en las que se ve cómo matan a personas, y eso el cuerpo lo percibe. También impacta a nivel de energía, una alimentación sin consciencia te desgasta en lugar de darte energía, si nos centramos en un plano más espiritual".
Fuente: https://www.harpersbazaar.com/es/cultura/ocio/a36594674/alimentacion-consciente-que-es-mindfulness-mejorar-relacion-comida/
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