Es posible andar sin una meta fija, combinando la máxima atención y la máxima relajación. Ese tipo de marcha se vincula a la meditación zen. ¿Cómo practicarla?
Por marcha meditativa entendemos el ejercicio que hace del andar un gesto espiritual y que procura una sensación profunda de paz y orden interior.
Tanto en el zen como en las tradiciones monásticas occidentales la marcha meditativa ocupa un lugar importante. Cuando se realizan las prácticas de meditación zen muchas personas se sorprenden al descubrir que entre sentada y sentada se realiza una meditación o marcha meditativa.
¿ES POSIBLE MEDITAR MIENTRAS SE CAMINA?
Cuando hablamos de meditación estamos haciendo referencia a un estado en el que la persona que medita se pone al servicio de lo esencial, se abre internamente al contacto con lo que hay fuera y dentro de ella, sin juzgarlo. La meditación no es una comprensión intelectual del mundo, es una experiencia.
Si queremos ser precisos, no podemos hablar de "hacer meditación". Cuando se practica meditación, en realidad se está procurando encontrar las condiciones que favorecen el contacto con lo esencial. Ese contacto es la meditación. Más que realizar mediante un acto voluntario, se produce.
Meditar constituye un ejercicio de transformación personal en el que la persona se va abriendo interiormente, va encontrando la forma en la que ese contacto se va dando, va comprendiendo qué actitudes lo bloquean y resultados lo favorecen.
Fuente: https://www.cuerpomente.com/salud-mental/como-meditar-mientras-se-camina-y-que-beneficios-tiene_7587
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