El recreo como premio a haber estado una hora y media en una
clase. Las vacaciones como el merecido descanso luego de haber trabajado todo
el año. El helado como lo placentero que se sucede al plato principal. Estamos
acostumbrados a actuar en función de un momento gratificante, y eso implica
imaginar y crear corolarios que apacigüen de alguna manera los aspectos más
rutinarios de lo cotidiano. Y esperar a que lleguen no solo forma parte del
plan, sino que hacen más soportable el aquí y ahora.
Cuando se describe a la pandemia como una bomba que nos
obligó reestructurar todas las facetas de la vida, se alude a que además de un
sinfín de limitaciones tuvimos que aprender a convivir con algo a lo que no
estamos acostumbrados, porque parece ser de hecho un rasgo contra el que la
cultura lucha: la incertidumbre. Vivir en un tiempo suspendido, que puede
implicar escenarios tan trágicos como caer gravemente enfermo, pasando por no
saber si el mes entrante tendremos empleo, hasta desconocer si podremos
tomarnos vacaciones. Un panorama en el que intentamos cuidarnos, pero desde el
cual tampoco podemos imaginarnos mejor. ¿Cómo transitar este momento sin la
metafórica "zanahoria" para seguir caminando? ¿Cómo pensarnos si no
es en relación a proyectos?
Los expertos coinciden en señalar que, como muchas otras
cosas, la forma en que proyectamos no puede mantenerse intacta y debe ser
reformulada en plena pandemia. "Proyectar es una tarea vital en el ser
humano. Pero los proyectos necesitan ser flexibles, acordes a la situación y no
tanto una exteriorización de los conflictos internos", sostiene Luciano
Lutereau, psicoanalista y doctor en Filosofía.
Claro que si bien planificar forma parte de nuestra
idiosincrasia, no todas las personas tienen la misma capacidad de proyección ni
la necesidad de controlar qué va a pasar en los meses siguientes. En este
sentido, la psicoanalista Stella Rivadero agrega: "Para aquellos que
programan todo con mucha antelación es un momento de aprendizaje frente a un
real no previsible. Tendrán que recalcular sin caer en la ansiedad o la
depresión, ya que tanto una como la otra dificultan el camino de la reinvención
de lo cotidiano".
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/vivir-presente-el-mindfulness-como-estilo-vida-nid2487687
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