Descubrir cuál es el propósito individual, ser feliz y servir a los demás parecen tres metas universales sencillas, pero que en la práctica son difíciles de lograr, tanto que la mayoría de las personas difícilmente pueden conseguirlo en toda una vida. La práctica del yoga es uno de los caminos para lograrlo y alcanzar su fin último la iluminación, según las escrituras antiguas védicas.
Yoga significa la unión del espíritu, la mente y el cuerpo,
según los textos del Bhagavad-Gita y los Yoga Sutras de Patanjali. Esta filosofía
de vida enseña que, a través de la meditación, la practica física (lo que se
conoce como asanas) el autoconocimiento, el servicio a los demás y la devoción
a Dios, se puede conseguir esta unión que está dentro de todos los seres
humanos, pero una vez que crecen empieza a diluirse, debido a las experiencias
de la vida.
Las Naciones Unidas decretó el 21 de junio como el Día
Internacional del Yoga, práctica que comenzó en la India hace más de 5.000
años, y que en la actualidad se realiza en todos los continentes.
El yoga está en expansión y de moda en Occidente, tanto que
en 2016 sólo en Estados Unidos llegó a mover 16.000 de dólares en la industria
relacionada con clases, ropas, equipos y talleres, según un estudio publicado
por la revista Yoga Journal y la organización Yoga Alliance el año pasado.
Asimismo, la cantidad de seguidores en el país pasó de 20,4 millones a 36,7
millones del 2012 al 2016, destacó la investigación.
La curiosidad es siempre una buena excusa para explorar lo
que para muchos es un pasatiempo, un ejercicio, una forma de socializar o su
estilo de vida.
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