Hoy en día es notable el aumento en el
interés hacia la práctica de la Atención Plena (Mindfulness), como un recurso
para aligerar la enorme carga de estrés con la que tenemos que aprender a
navegar. Tal ha sido el impacto benéfico de esta práctica, que, durante los
últimos 30 años, se ha integrado con éxito a la Medicina y Psicología de
Occidente, donde ya se aplica, se estudia científicamente y se reconoce como
una estrategia efectiva para la reducción del estrés y de los síntomas físicos
y psicológicos asociados a éste, de la misma forma que se reconoce su impacto
en el aumento de la autoconciencia y el bienestar general.
Es por esta razón que quiero compartir
contigo un poco de lo que he ido aprendiendo acerca de esta apasionante y
nutritiva práctica y cómo es que su inclusión en mi vida ha sido y es, fuente
de consciencia, presencia y bienestar.
Me gustaría comenzar por contarte ¿Qué es
Mindfulness? Pues bien, el Mindfulness (como ahora lo conocemos) surge hace
miles de años como parte de la tradición de la psicología budista. Es una
palabra inglesa empleada para traducir “Sati”, un término pali (que es la
lengua en que enseñaba el Buda histórico) que significa “atención, conciencia y
recuerdo”. La traducción al español admite varias expresiones, como “conciencia
plena” o “atención plena”. En realidad, es un término que no tiene una
traducción directa, pues no se refiere a un contenido mental, sino a una
actitud ante nuestra experiencia, independientemente de cuál sea o cómo sea: se
trata de ser conscientes de la experiencia presente sin juzgarla, sino
aceptándola tal y como es. Lo que se busca a través de esta práctica es
cultivar estados mentales virtuosos (benevolencia, gozo empático, ecuanimidad,
compasión, sabiduría), así como estados mentales de consciencia de la realidad.
No es una estrategia de relajación y es importante aclararlo para evitar
generar falsas expectativas. Aunque también es importante decir que, al
cultivar la consciencia y la aceptación del momento presente, desde un estado
de atención intencionada, serena y despierta, sostenida y sin juicio, se
desencadena un proceso de transformación interior que desarrolla la comprensión
y la sabiduría, y sin duda, con todo ello iremos notando que nuestras
experiencias se pintan cada vez de más momentos de gozo, paz, bienestar y salud
Fuente: https://zonafranca.mx/opinion/mindfulness-para-la-salud/
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