La lista del súper. Los materiales para el cole de los chicos. La plata que no alcanza. Las fechas de las vacaciones. Y suponer que fulanito se enojó por lo que dijimos. También el trabajo pendiente. Y la cena de esta noche. La cabeza no para. Y los pensamientos son directamente proporcionales al frenesí del mundo en el que vivimos.
“Desde que soy madre, siento que la carga mental que llevo a diario es insostenible. Entre el trabajo, la casa, y los hijos, sentí muchas veces que la cabeza me iba a explotar. Incluso llegué a preocuparme cuando por haber tenido tantos temas en mente durante el día, me olvidaba de cosas importantes como el cumpleaños de una amiga, o resolver algo de un cliente”, cuenta Gimena, abogada y mamá.
Según estudios científicos se estima que tenemos más de seis mil pensamientos diarios. Y la mayoría de ellos son negativos, repetitivos, y están anclados al pasado. Porque tal como explica Delfina de Achával, psicóloga, PhD. en Salud Mental y especialista en Neurociencia, Mindfulness y Bienestar, la naturaleza de nuestra mente tiene que ver con estar oscilando permanentemente entre el pasado y el futuro -algo que nos diferencia del resto de los animales-, lo que no nos permite anclarnos fácilmente en el momento presente.
El dato es que estos pensamientos actúan directamente sobre nuestro estado emocional. Por eso están íntimamente ligados al estrés y la ansiedad: “Nos estresamos porque pensamos demasiado. Ahí nuestra mente es como si fuera una computadora con muchas ventanas abiertas. Entonces se enlentece, pierde el alerta y se tilda. Nos empezamos a sentir cansados, ansiosos, insatisfechos. A veces se generan palpitaciones, taquicardia, sudoración. Y cuando llegamos a este punto de sobrecarga mental, resulta muy difícil salir”, detalla de Achával.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/mente/pensamos-demasiado-consejos-para-frenar-la-calesita-mental-nid29052022/
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