Por Moris Beracha
Nos
hemos conseguido con muchos seguidores del Mindfulness, que
adicionalmente han realizado el camino del apóstol Santiago en el norte
de España, no solo una vez sino varias. Podría decirse que en muchos de
los testimonios de los peregrinos se encuentran elementos de meditación
plena a los que llegan después de varios días de caminata aún sin que
ese haya sido su propósito.
Tómese
en cuenta que son distintas las razones para hacer el Camino de
Santiago. En principio, hay una vinculación religiosa propiciada por el
catolicismo, pero no debe obviarse que hay también razones turísticas
para conocer los pueblos y campos por los que se cruza a pie ; y también
deportivos porque si bien no es competencia de atletismo implica un
esfuerzo físico que ha propiciado también a realizarla en bicicleta.
Debemos
señalar que el camino a Santiago debe al menos sumar una distancia no
menor a 100 kilómetros para obtener la Compostela, que es el certificado
que acredita haber hecho el recorrido a pie y que se otorga partiendo
de la buena fe de cada persona el momento que le estampan los sellos en
el pasaporte del peregrino.
Refiriéndonos
ya a las vinculaciones del Camino de Santiago con el Mindfulness y que
han sido objeto de estudio por parte de psicólogos seguidores de esa
corriente de la meditación, nos encontramos con el caso de psicólogo
social Albert Feliu, investigador del Instituto de Sant Joan de Déu en
Barcelona, quien junto con el equipo que lideró pudieron realizar
encuestas entre un grupo de peregrinos que aceptaron colaborar antes y
después del estudio.
El doctor
Feliu ha señalado tanto en conferencias como en declaraciones a medios
de comunicación, muchas de ellas vinculadas con el Mindfulness, que
detectaron cambios en las personas al poder reducir o eliminar estrés,
depresión, ansiedad, mejor disposición al afecto positivo, a la
felicidad y vivir sus respectivas vidas centrada en sus propios valores.
En
una de las entrevistas, Feliú explica que las investigaciones arrojan
que independientemente de la razón que se tiene para realizar el Camino
de Santiago, sea religiosa, deportiva o turística como señalamos
anteriormente se encuentra en las respuestas un cambio de actitud.
“Aquellas personas que dicen tener más a menudo estas experiencias
mejoran sobre todo en el afecto positivo, en satisfacción con la vida y
en algunos aspectos del Mindfulness como la capacidad para no juzgar”,
comentó el investigador en una declaración a la prensa.
Vale
aclarar que esta investigación no ha culminado. Por el contrario, se
trata de un estudio que se mantiene y si se es peregrino o se tiene la
disposición de hacer el Camino de Santiago se puede participar en el
mismo visitando la página de Internet www.estudiocamino.org
En
el perfil se nos recuerda que anualmente alrededor de 250.000 personas
realizan el Camino de Santiago, bien sea por el más tradicional, que es
el llamado recorrido francés y sus variantes -que parte de la frontera
entre España y Francia, pasando por las Comunidades de Navarra, País
Vasco, Santander, Castilla y León y finalmente Galicia; pero también se
destaca la notoriedad que han tenido otras rutas, como la que sale del
sur de España en Andalucia, comenzando en Sevilla, la que llaman el
camino portugués que comienza en Lisboa; o la que concluye en el extremo
costero del norte de la península ibérica en Fisterre.
El
portal explica además los objetivos del proyecto, que básicamente se
centran en evaluar los efectos del peregrinaje a Santiago sobre el
estado de ánimo, la satisfacción con la vida, la felicidad, la capacidad
para prestar atención al momento presente y la de tomar elecciones de
una forma más consciente, coherencia con los propios valores, motivos
personales para hacer el camino, socialización a lo largo del camino,
número de días andados.
Vale
mencionar que en las encuestas se pregunta por dolor físico asociado al
caminar. Esto último es importante porque llama la atención como muchos
peregrinos –quizás por no usar un buen calzado o no protegerse bien los
pies- llegan con ampollas, llagas e inflamaciones. No se detienen, no
paran, por el contrario concluyen su recorrido en la Plaza del Obradoiro
frente a la Catedral de Santiago.
Después
de revisar parte de lo que ha sido este estudio, nos encontramos que la
consigna que los peregrinos repiten lo largo de la caminata cuando se
cruzan con otro persona: “Buen camino”, al final se convierte en una
expresión que dicha de distintas maneras significa “el Camino de
Santiago me cambió la vida”.
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