Recientemente me leí un articulo muy interesante sobre la integración Mindfulness en el contexto de la inteligencia emocional.
Mindfulness puede traducirse como Atención Plena o Conciencia Plena y tiene su origen en una combinación de técnicas de diversas tradiciones orientales que han sido validadas por la ciencia por sus efectos positivos en nuestra salud y bienestar.
Podemos considerar al Mindfulness como una técnica de entrenamiento mental. Se instaura como una valiosa herramienta que se ha demostrado que reduce los niveles de estrés y ansiedad, aumenta las capacidades de atención, concentración y memoria, nos ayuda a gestionar nuestras emociones y favorece la toma de mejores decisiones en nuestro ámbito personal y profesional.
Según el artículo por un lado la inteligencia emocional se centra en la forma en que la información emocional es procesada y Mindfulness representa una nueva forma de relacionarnos con las emociones. Integrar Mindfulness en el marco de la inteligencia emocional puede facilitar una adecuada atención, comprensión y regulación de las emociones.
La inteligencia emocional a través del mindfulness está muy relacionada con la tercera generación de terapias cognitivo conductuales que subrayan la importancia de mejorar la relación con nuestra experiencia interna. Mindfulness como técnica invita a la aceptación de la experiencia presente, ya que desde la aceptación de los hechos puede plantearse un cambio. Una correcta regulación de las emociones implica no suprimir la experiencia emocional.
Después de varios estudios se ha considerado la práctica de mindfulness de gran utilidad en la mejora de la autoestima y la modificación de las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional.
Fuente: https://fun4us.org/2015/10/15/inteligencia-emocional-y-la-practica-de-mindfulness/amp/
Comentarios
Publicar un comentario