Un estudio constata la perdurabilidad de los beneficios cognitivos que esta práctica genera
Por Yaiza Martínez, Publicado en
Tendencias 21
Cada vez hay más investigaciones
que demuestran que la meditación tiene efectos beneficiosos para nuestras
capacidades cognitivas. Ahora, un estudio ha demostrado que dichos efectos
podrían perdurar, por lo menos, siete años. La clave de estos beneficios
duraderos estaría en la modificación cerebral que la meditación propicia,
señaló en 2017 otro exhaustivo análisis.
En general, el término meditación
hace referencia a aquellas prácticas mentales que ayudan a concentrarse en un
punto específico o a detener el incansable flujo del pensamiento. En los últimos años, el cúmulo de
estudios que demuestran que estas prácticas tienen numerosos beneficios para la
salud de las personas ha ido creciendo cada vez más.
En ellos se ha constatado, por
ejemplo, que la meditación puede reducir el dolor mejor que un placebo o que
frena los efectos del envejecimiento en el cerebro, al reducir la pérdida de materia
gris asociada a la edad.
Otras investigaciones han
incidido en los beneficios de la meditación para la consciencia o para las
capacidades cognitivas humanas. Estos han demostrado que meditar puede reducir los prejuicios racistas, agudizar los
sentidos, aumentar la compasión o hacer que el cerebro procese información más
rápidamente.
Durante cuánto tiempo
Pero, ¿cuánto dura este aumento
de la consciencia, en un sentido amplio, en una persona que se dedica a
meditar? En 2016, investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Hospital
Monte Sinaí de Nueva York, la Universidad de California en San Francisco, y la
Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) realizaron un estudio para tratar de
responder a esta pregunta.
En la investigación, un equipo de
personas participaron en un retiro de meditación. Después, fueron sometidas a
mediciones de diversos indicadores genéticos. Los resultados mostraron que, una
semana después del retiro, tanto los meditadores novatos como los
experimentados aún presentaban cambios genéticos significativos, concretamente
en la actividad de aquellos genes relacionados con la respuesta al estrés y la
función inmune.
Pero científicos del Center for
Mind and Brain de la Universidad de California en Davis (EEUU) han hallado
ahora que los beneficios de la meditación pueden llegar mucho más lejos en el
tiempo.
En una investigación realizada en
el marco del Proyecto Shamatha (que analiza los efectos cognitivos,
psicológicos y biológicos de la meditación y constituye el estudio longitudinal
más exhaustivo de meditación intensiva realizado hasta la fecha), se constató
que los beneficios en la capacidad de atención de personas que han practicado
la meditación intensiva se mantienen nada menos que durante siete años.
Este otro estudio incluyó a 60
personas que participaron en dos retiros de meditación intensiva celebrados en
2007. En ambos, los meditadores asistieron dos veces al día a sesiones de
meditación grupal, e hicieron meditación individual durante aproximadamente
seis horas cada día.
Tras los retiros se les hizo un
seguimiento, primero a los seis y 18 meses, y finalmente a los siete años. Se
constató que, inmediatamente después de los retiros, todos los participantes
mostraban mejoras en la atención, así como en el bienestar psicológico general
y en su capacidad para sobrellevar el estrés.
Siete años más tarde, estos
efectos aún perduraban, especialmente en aquellos participantes que mantuvieron
una práctica de meditación durante todo ese tiempo. En comparación con aquellos
que habían practicado menos la meditación, estos participantes mantuvieron las ganancias
cognitivas y no mostraron patrones típicos de disminución en la atención sostenida
relacionados con la edad.
Según explica Anthony Zanesco,
investigador en la Universidad de Miami y primer autor del trabajo, estos
resultados demuestran por primera vez que la práctica intensiva de la
meditación está vinculada a cambios cognitivos positivos, perdurables y
mensurables en las personas.
Modificación cerebral
Pero, ¿por qué funciona la
meditación? Los expertos aseguran que es efectiva porque modifica el cerebro y, con ello, nuestra consciencia y
nuestra percepción.
En una investigación realizada en
2017 por científicos del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del
Cerebro en Leipzig de Alemania, se analizaron minuciosamente los efectos de la
meditación en el cerebro.
En ella participaron 160 personas que
realizaron tres programas de entrenamiento mental, cada uno de ellos de tres meses de duración.
En cada uno de estos programas, los participantes hicieron ejercicios de meditación
específicamente diseñados para potenciar distintas capacidades.
Así, en el primer programa
meditaron para potenciar la consciencia y la atención plena; en el segundo,
para potenciar las competencias socio-afectivas (compasión, gratitud, empatía
o gestión de emociones difíciles) y en
el tercero, para impulsar capacidades socio-cognitivas, como la autopercepción
y la adquisición de la perspectiva de otras personas.
Los 160 participantes realizaron
ejercicios de meditación durante 30 minutos al día, seis días a la semana. Al
finalizar cada programa, los científicos
registraron su estado mental mediante test psicológicos, y midieron su
actividad cerebral a través de resonancia magnética. Asimismo, a los voluntarios
se les hicieron análisis para establecer sus niveles de estrés.
Los resultados de las mediciones
constataron que la meditación había modificado aquellas áreas de la corteza
cerebral vinculadas a la atención (tras el primer programa), y aquellas
regiones del cerebro relacionadas con las habilidades socio-afectivas y socio-cognitivas
(al final de los otros dos programas). En todos los casos hubo una reducción
del estrés en los participantes.
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