El embarazo es un momento muy especial en la vida de toda mujer en el que se dan muchos cambios y muy rápido. El cuerpo tiene que ir adaptándose para acoger y permitir el desarrollo de una nueva vida, que crece a su ritmo día a día, pero también se producen importantes cambios en la mente de la futura madre , que se prepara para proteger y cuidar a su bebé. Por tanto, tanto la salud de la madre como su actitud es fundamental. Y es que, como nos dicen el Dr. Andrés Martín Asuero y María Teresa Oller, dos expertos que han desarrollado un exitoso programa de mindfulness para el embarazo en el Hospital Clínic de Barcelona, “podemos hacer mucho para mejorar nuestro bienestar y el del bebé si resolvemos con serenidad nuestros miedos, nos olvidamos de ideas preconcebidas sobre la maternidad y exploramos la experiencia de forma abierta, calmada y amable”.
Para ello, el mindfulness es una de las mejores herramientas, no solo para vivir un embarazo pleno, feliz y saludable, sino también para enfrentarnos al parto y al postparto con una buena actitud. Tres momentos con un alto impacto en la maternidad en general. Ambos, que han publicado recientemente su libro Maternalmente (Editorial Diana), nos proponen unas técnicas sencillas y ejercicios que nos pueden ayudar a reducir el estrés , fomentar un vínculo con nuestro bebé y hacer que estos tres momentos vitales -embarazo, parto y postparto- sean disfrutados de una manera consciente. Porque, como nos dicen, “todo este proceso se vive esencialmente a partir del cuerpo”.
Posturas para practicar mindfulness durante el embarazo
La ansiedad, la depresión o el estrés durante el embarazo son factores de riesgo para la propia mujer y el desarrollo del bebé, ya que se ha demostrado que tiene implicaciones negativas para el desarrollo neurológico fetal . Por ello, la conexión entre ambas vidas es muy íntima, para lo bueno y para lo madre. “Tomar conciencia de este sistema madre+feto”, nos explican los expertos en su libro, “debería llevarnos a enfatizar el bienestar de la madre como una forma de garantizar el óptimo desarrollo del bebé”. De ahí que la medicina del siglo XXI debería atender este tipo de necesidades. De ahí el mindfulness como herramienta para un mejor embarazo.
Para practicarlo, hay tres posturas básicas perfectas para una mujer embarazada que los expertos nos detallan:
Tumbada en el suelo boca arriba con la espalda bien apoyada sobre una esterilla, con las piernas estiradas y ligeramente separadas y elevadas. O bien de lado, si la postura es demasiado incómoda por el aumento del volumen en la tripa, pero siempre sobre el lado izquierdo, para no presionar la vena cava inferior y facilitar la irrigación de la placenta.
Sentada en una silla con las plantas de los pies en el suelo y con las rodillas por debajo de la cadera. La espalda erguida y sin tensión.
De pie, con los pies en el suelo a la altura de las caderas y con los brazos libres a lo largo del cuerpo.
Fuente:
Comentarios
Publicar un comentario