La meditación consiste en realizar un viaje a nuestro interior para poder relajarnos, tomar conciencia de nuestro cuerpo y aislarnos de todo lo que nos rodea. Esta práctica milenaria, unida a diferentes disciplinas y religiones, desde el budismo hasta el yoga, ha ido cobrando mucha importancia en el mundo occidental en los últimos años.
Cada vez son más las personas que recurren a la meditación debido al estrés. Estas personas aseguran que son muchos los beneficios, tanto a nivel físico como psíquico, ya que el bienestar y la paz interior pueden proporcionarnos una vida más plena y activa.
En el último año 9 de cada 10 personas han padecido episodios de estrés, y 4 de cada 10 lo sufren de manera frecuente. Por si fuera poco, el Coronavirus ha causado estragos en la población, que emocionalmente se siente abatida y un 41% afirma que ha llegado a perder el timón de su vida.
¿Cómo se hace la meditación?
Por extraño que parezca, meditar es algo muy sencillo pero que requiere cierta práctica y concentración. El fin último de la meditación es llegar a un estado de autoconciencia que te permite conocerte mejor en todos los sentidos, además, de que haga posible que tomes distancia y perspectiva de los acontecimientos que te perturban día a día.
Cualquier tipo de meditación requiere un primer paso, que no es otro que el de lograr una profunda relajación. Sin esta relajación es imposible logar la desconexión con el exterior que se pretende a la hora de meditar.
Elige un lugar seguro, tranquilo y lejos del ruido, donde podamos adoptar una cómoda postura para iniciar la meditación. Existen diferentes técnicas para poder lograr la relajación profunda y todas tienen en común el control de la respiración, inhalando y exhalando aire poco a poco y lentamente, hasta que tomemos conciencia de nuestro propio cuerpo. Sentiremos más fuertes los sonidos de nuestro corazón y haremos un recorrido mental visualizando cada uno de nuestros músculos y articulaciones.
Fuente:Cualquier tipo de meditación requiere un primer paso, que no es otro que el de lograr una profunda relajación. Sin esta relajación es imposible logar la desconexión con el exterior que se pretende a la hora de meditar.
Elige un lugar seguro, tranquilo y lejos del ruido, donde podamos adoptar una cómoda postura para iniciar la meditación. Existen diferentes técnicas para poder lograr la relajación profunda y todas tienen en común el control de la respiración, inhalando y exhalando aire poco a poco y lentamente, hasta que tomemos conciencia de nuestro propio cuerpo. Sentiremos más fuertes los sonidos de nuestro corazón y haremos un recorrido mental visualizando cada uno de nuestros músculos y articulaciones.
Fuente: https://www.tododisca.com/meditacion-como-ayuda-a-nuestro-cuerpo/
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