El yoga no entiende de sexo. Es igual para hombres y para mujeres, ancianos y niños, sanos y enfermos, pero es cierto que hay dolencias a las que deben adaptarse las técnicas. "El yoga no nació como terapia física, nació como terapia del alma (espiritual) lo que ocurre es que, visto sus beneficios en el cuerpo óseo y musculare y su influencia notable en todos los sistemas que componen el cuerpo humano, desde el endocrino hasta el inmunológico, lo han convertido en una herramienta para la salud de la persona y el bienestar de la misma. El yoga trabaja otorgando paz mental. Somos seres psico-somáticos, de hecho cualquier ser vivo lo es. Si mi mente está turbada, mi cuerpo se enferma. Si mi cuerpo está enfermo, mi mente se inquieta y turba", explica en una entrevista con Infosalus Víctor M. Flores, formador de profesores de Yoga en España y Latinoamérica. Con motivo de la publicación de su libro 'El yoga y la mujer' (Arcopress), el también profesor universitario en...