El pasaitarra Manuel Paz es maestro y fundador de la escuela zestoarra, abierta en 1981, y donde ha formado a 1.200 maestros de yoga, diseminados a lo largo de todo el Estado. Todos ellos desarrollan su labor de difusión del yoga, una ciencia del conocimiento interno, que dicta cómo funcionamos y equilibra el nivel físico, emocional, mental y esencial.
Antes de dedicarse al yoga, Paz era profesor de judo y trabajaba como director comercial en una empresa. En 1975 tenía un gimnasio y su socio le dijo que tenían que dar clases de yoga. «Yo era un guerrero y me parecía que era algo muy blando. Me insistió y me dio un libro para leer. A medida que iba leyéndolo había algo dentro de mí que ya conocía lo que explicaba, que hasta ese momento no había salido porque no había encontrado un reflejo en el exterior. Entonces me encontré a mí mismo y me dije: Ya sé lo que tengo que hacer en esta vida», manifestaba Paz.
Cambiar estereotipos
Así, muchas veces nos surge la pregunta negativa sobre: ¿Qué no es el Yoga? Eso es lo que se proponen los organizadores, seguir tirando de ese hilo. «Muchos conocerán el yoga como un deporte o una actividad física, pero en realidad, no lo es. Evidentemente, tampoco se trata de hacer contorsionismo, ni posturitas raras... Así y todo, hay unas bondadosas técnicas posturales llamadas asanas, que son parte importante del yoga», señalan desde la escuela eibarresa Kamala, organizadores de la charla. En este sentido hablan de que «el yoga no es aprender rebuscadas técnicas para aumentar la capacidad pulmonar o estar perdido en respiraciones interminables, en absoluto. No obstante, la respiración nos da la vida y aprender a hacerlo conscientemente invita a la calma», comentan los organizadores. Otra imagen que ofrece es que «el yoga tampoco trata de evadirse del mundo o acudir a lugares donde te adormecen, profundamente, empleando diferentes técnicas de relajación, nada de eso, aunque, por supuesto, hace que suavice tus ritmos, ordenando el cuerpo y también la mente». El yoga no tiene nada que ver con esas cosas que tan de moda se han puesto en estos días; como el ser vegano o vegetariano, ni nada parecido con temas naturistas. «A pesar de todo lo buenas que puedan ser dichas cosas para la salud, esto no es yoga. No es una filosofía, ni siquiera es un modo de vivir. Aunque, en verdad, se puede filosofar mucho sobre yoga, largo y tendido». En esta dirección, el yoga, «no es nada de lo mencionado anteriormente y lamentablemente, y muy a menudo, se relaciona con ese tipo de cosas. Por ello mismo, es muy importante aclarar que una cosa son «las técnicas del yoga» y otra muy diferente, «el propio yoga».
Meditación
En realidad la función de todas las técnicas, habidas y por haber, es sencillamente la de ir creando paz interna en nosotros, puesto que no es posible realizar un trabajo yóguico (de auto-conocimiento) en un estado de enfado, tristeza o incluso de euforia... «He ahí la importancia de la práctica diaria, decía Buda; 'El que quiere una flor, la arranca y la coge. En cambio, el que ama la flor, la riega día tras día'. Por ello, los maestros eibarreses de yoga afirman que «yoga es pararse (re-pararse) y el arte de parar es Super- Arte. Es despertar cerrando los ojos, es decir, meditación. Es conocer lo que somos, conocernos más profundamente. Es sencillamente instalarse en el presente, aquí y ahora. Es hacer y dejar que se haga; la Vida misma. Es Ciencia, ¿necesitas pruebas?, pues sé tú mismo la prueba de ello. Es incluso algo fundamental en lo que nunca has reparado y que dará 'sentido' a tu vida», finalizan los maestros eibarreses de yoga.
Fuente: https://www.diariovasco.com/bajo-deba/eibar/yoga-trata-evadirse-20200202001801-ntvo.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F
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