El dolor crónico se
trata con tratamientos farmacológicos, rehabilitación, programas de
tratamiento del dolor, apoyo psicológico, pero también con el empeño y la voluntad de uno mismo. Es importante, por tanto, ayudarse como aconsejan desde la Sociedad Española del Dolor con
pautas tan sencillas como hacer algo de actividad física, mantener una
vida social, ejercitar la mente y aprender a relajarse. Y en esto último
la meditación es de gran ayuda.
Meditar es un recurso imprescindible para lograr mejorar nuestro bienestar diario,
que además se agradece en casos de dolor crónico. Con solo unos minutos
al día lograremos aprender a escuchar nuestro cuerpo con esta
herramienta gratuita, accesible y que puedes adaptar a tu ritmo diario o
a tus necesidades. Y es que no solo los analgésicos alivian el dolor.
¿Cómo actúa la meditación?
Así, gracias a unos minutos de meditación al día,
puede cambiar tu percepción mental del dolor y verlo como una llamada
de tu cuerpo y tu cerebro para activar todos aquellos mecanismos que
estén en tu mano para enfrentarte a esa dolencia que, aunque crónica,
puede volverse de tal manera que tu calidad de vida mejore.
Hasta especialistas como la Premio Nobel de Medicina en 2009, Elizabeth Blackburn, alaban las bondades de la meditación
como parte, por ejemplo, para lograr una mayor longitud de los
telómeros. Estos extremos de los cromosomas protegen el ADN pero se van
acortando con la edad, lo que hace que el cuerpo se deteriore poco a poco
y aparezcan las enfermedades. Algo similar si nos abandonamos al dolor
crónico. "La mente y el cuerpo no están separados. Por ejemplo, el
cerebro tiene una gran influencia en la fisiología del organismo a
través de hormonas. Se sabe que el pesimismo y el estrés provocan
cambios muy tangibles en el cuerpo. De hecho, en investigaciones hemos
descubierto que las personas que sufren estrés crónico,
una de las consecuencias de ese dolor permanente, tienden a tener
telómeros más cortos y la meditación puede ayudar en este sentido",
apunta.
Meditación para principiantes
Razones médicas y científicas, por tanto, sobran sobre los beneficios de la meditación en casos de dolor crónico. Por tanto, si quieres animarte, te damos estas técnicas básicas que todo principiante debe conocer:
- Haz unos minutos de meditación cada día. Poco a poco notarás cómo mejoras y lo convertirás en un hábito saludable de tu rutina.
- Al principio cuesta mantener la mente en blanco, pero es cuestión de tiempo entrenar tu mente para lograrlo.
- No luches contra tus pensamientos. Sé consciente de ellos para controlarlos y encontrar el punto de equilibrio de la concentración.
- Medita en una postura que te resulte cómoda y abandónate a la relajación por unos minutos.
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