Dos prácticas milenarias buscando la purificación de la
mente y el despertar de la conciencia
Por Marién Estrada
En febrero de 2014, la revista Time dedicaba su portada a una
práctica originalmente introducida por el Buda hace 2 mil 500 años: El
Mindfulness o Atención Plena, cuyo objetivo es centrar la mente en el momento
presente y en la capacidad de darse cuenta de todo lo que sucede en cualquier
nivel. Esta práctica en conjunto con la disciplina del yoga es de hecho
complementaria y puede ser muy beneficiosa.
La raíz del Mindfulness se encuentra en el Maha Satipatthana
Sutta, uno de los textos fundamentales sobre la meditación budista en el cual
se establecen cuatro pilares de la Atención Plena:
El cuerpo físico: dónde está en el espacio, cuál es su
postura, cómo está respirando, qué está haciendo; las sensaciones: me siento
bien o mal, qué estoy sintiendo aquí y ahora; el estado mental: si la mente
está agitada o no, enfocada o dispersa; y finalmente los pensamientos: qué tipo
de pensamientos pasan a través del estado mental concreto en el que me
encuentro.
Más allá de modas, fenómenos mediáticos y el utilitarismo
superficial de enseñanzas profundas, la práctica seria de la Atención Plena
puede purificar todos nuestros cuerpos, para alejarnos cada vez más del
sufrimiento que trae la desconexión del momento presente con el anclaje al
pasado o el ansia por el futuro.
De acuerdo a la yoguini Zaira Leal, autora del libro Una fiesta
para el alma, la práctica de asanas es mucho más poderosa y sanadora de lo que
parece a simple vista.
“Hoy en día ya sabemos que la memoria se encuentra
almacenada también en los tejidos corporales y que al trabajar a nivel físico
podemos soltar muchos viejos patrones no sólo de movimiento sino también de
pensamiento. Cambiando la forma en el espacio de tu propia materia puedes
cambiar muchas cosas en ti mismo a nivel mental-emocional”.
Leal señala que al practicar yoga se debe hacer desde la
percepción interna del cuerpo, estando totalmente presentes en el aquí y el
ahora y fluyendo en la conexión de todos nuestros cuerpos, físicos y sutiles.
Ahí es posible que surjan sensaciones o emociones reprimidas relacionadas con
memorias del pasado que se quedaron guardadas en el inconsciente actuando desde
la sombra:
“Tienes la oportunidad de estar atento a todo lo que surge,
de revisarlo y de transformar tu patrón de movimiento y pensamiento. Cuando eso
sucede, empezamos a crear un nuevo patrón cuerpo-mente más abierto, libre,
vital y consciente. Estás practicando mindfulness en sus cuatro pilares”.
Dos
prácticas milenarias buscando la purificación de la mente y el
despertar de la conciencia
Dos prácticas milenarias buscando la purificación de la mente y el
despertar de la conciencia
Dos prácticas milenarias buscando la purificación de la mente y el
despertar de la conciencia Dos prácticas milenarias buscando la
purificación de la mente y el despertar de la conciencia
https://www.milenio.com/deportes/mas-aficion/mindfulness-y-yoga
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