Un estudio de revisión sobre las investigaciones más relevantes en neurociencia cognitiva del mindfulness concluye que cuando practicamos de forma regular meditación de consciencia plena se producen en nuestro cerebro una serie de cambios que nos ayudan a regular nuestras emociones, a conseguir una mayor sensación de bienestar y a mejorar nuestra capacidad de atención. El trabajo, llevado a cabo por Gustavo G. Diez y Nazareth Castellanos, del Instituto Nikarara y la Universidad Complutense de Madrid, se ha publicado en la Revista de neurología.
La meditación de consciencia plena fue definida por su creador, Jon Kabat-Zinn, en un estudio de 2011, como «la forma de atención consciente y deliberada, en el momento presente y sin juzgar». Hablamos de una herramienta terapéutica que se basa en cultivar una atención consciente e intencional en lo que hacemos en el momento presente. A través de esta práctica, conseguimos no juzgar nuestros pensamientos y cambiar la forma en la que nos relacionamos con ellos.
En un estudio de 2010 llevado a cabo por Yi-Yuan Tang y sus colaboradores, de la Universidad de Oregón, se encontró que la meditación de consciencia plena conlleva cambios neuronales en nuestro cerebro a los pocos días de comenzar el hábito. Y según un trabajo de 2006 encabezado por Sara Lazar, del Hospital General de Massachusetts, estos cambios se consolidan a las pocas semanas y, a su vez, producen nuevos cambios en la arquitectura funcional y anatómica del cerebro. Todo ello entraña consecuencias para nuestro sistema emocional y neurocognitivo. Veamos cómo afecta a nuestra sensación de bienestar, la atención y las emociones.
Beneficios neurocognitivos y emocionales de la meditación de consciencia plena
La práctica del mindfulness mejora nuestra sensación de bienestar porque reduce la actividad de la red neuronal por defecto. Esta red engloba regiones cerebrales que se hallan más activas durante el reposo que durante la ejecución de una tarea; se asocia a la mente divagante o que vive en un estado de ensoñación. Si consideramos que una actividad elevada o persistente de la red por defecto se relaciona con estados de infelicidad percibida, su disminución debería contribuir al bienestar.
Por otra parte, la meditación de consciencia plena consigue regular nuestra atención gracias a la activación de la corteza frontal dorsolateral y de la cingulada anterior, estructuras relacionadas con este proceso cognitivo.
Fuente: https://www.investigacionyciencia.es/noticias/qu-efectos-tiene-en-el-cerebro-y-en-las-emociones-la-prctica-del-em-mindfulness-em-21132
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