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El éxito cuando no se enfrenta con sentido común puede tocar teclas de nuestro ego que termina afectando nuestra percepción de la realidad
Por Moris Beracha.- En algunas conversaciones es común que surja el tema de cómo afrontar el éxito. Al principio me asombra esta pregunta porque uno podría pensar que la curiosidad de las personas se centra más en cómo afrontar el dolor. Luego entendí que el éxito es un deseo que todos los seres humanos tienen. No está mal pensar en él como la culminación de manera positiva de una tarea o un deseo hecho realidad, el problema comienza cuando el éxito afecta nuestro ego.
Es muy común ver entre nosotros los humanos lo bien que podemos enfrentar los problemas pero también es común ver lo difícil que se nos hace enfrentar el éxito. Como bien se ha dicho "Nada corrompe más a una persona que el poder".
El éxito cuando no se enfrenta con sentido común puede tocar teclas de nuestro ego que termina afectando nuestra percepción de la realidad. El éxito se ascia con el poder, que es la capacidad de poder realizar determinadas cosas que el resto de las personas no puede.
Saber canalizar este tipo de facultad y evitar caer en la arrogancia y el orgullo, que son dos de las manifestaciones negativas del ego, son fundamentales para no perder el foco de lo que es la sustancia real de las cosas.
Los apegos no vienen por poseer bienes de fortuna, sino por la manera cómo nuestra mente reacciona ante ellos.
Está bien participar de la abundancia siempre y cuando tengamos la capacidad de ver que todas estas cosas no tienen una esencia real o verdadera. Pueden bien llegar o irse, lo importante es nuestra actitud frente a ellas.
CLAVES
La vida es un camino de enseñanzas diarias en la que el apego a lo a valores negativos frena la expansión de nuestra mente y puede afectar negativamente a quienes nos rodean ya nosotros mismos.
El poder a veces enceguece y quienes lo ostentan pueden perder el sentido de lo correcto y lo incorrecto. La fama, la riqueza, la ostentación pueden dejar de existir de un momento a otro dejado a su paso un mente afectada una espiritualidad en ruinas.
El éxito se agradece pero también se comparte. Una forma de hacerlo es controlando el ego y entendiendo ese éxito como la posibilidad de expandir lo positivo que hay en nosotros hacia los demás. Es la única manera de no perecer.
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Excelente exposición, bonito mensaje y buena perspectiva...
ResponderEliminar!Bravo, Excelente reflexión, sobre lo que puede ocasionar el éxito manejado desde el ego y la arrogancia!
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